
Meloncillo en el río Chanza |
Es una especie que aparece bien en fototrampeo. Sus campeos son bastante irregulares en la Sierra, lejos de la idea de que mantienen pasillos de movimientos fijos. Los frecuentan cada varios días, no como rutas que recorren cada varias horas. Van olisqueando todo alrededor, sin detenerse mucho. Me ha pasado que al ir a recoger la cámara, hay alguno en las proximidades. Últimamente me he propuesto obtener una buena imágen de meloncillo, pero lo irónico es que siempre que he ido a buscarlos los he visto. Pero siempre los detecto en el momento de la huída cuando se alejan de mí apenas a 3-5 metros, distancia a la cual no dispongo de tiempo de sacar la cámara. He estado aguardando junto a carroñas, y tampoco los he visto aparecer. Son bastante irregulares incluso en sus horarios. He llegado a detectar al mismo grupo de animales a diferentes horas en una misma localización.
He tenido la suerte de necropsiar algunos, y he comprobado cómo suelen contener restos de anfibios y micromamíferos (nunca conejo) y sobretodo, larvas de dípteros, ello implica consumo de carroña. Me ha llamado la atención también un cólon muy grueso. Ello se traduce en un tamaño enorme de las heces de estos animales en comparación al tamaño del animal. Este hecho es mucho más exagerado en el caso de la jineta.
Macho joven atropellado |
Es un animal único en la fauna de la Sierra. Es la única mangosta de Europa, y como tal, está diseñado para sobrevivir a toda costa. Se alimenta de todo aquello que pueda capturar. No es un cazador especializado en nada, por lo que tiene la habilidad de adaptarse al recurso más accesible. Suele convivir con otros mesocarnívoros, ya que la mayoría son similares de tamaño, aunque por sus hábitos diurnos no suele competir de manera significativa. Es fácil ver en una misma localización tejones y garduñas por la noche, y meloncillos durante el día.
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