martes, 1 de noviembre de 2011

MELONCILLO

Es quizás de los animales más odiados de la Sierra. "Cada vez hay más" y otra serie de cosas por el estilo se escucha. A ver, primero de todo, y siendo políticamente correcto: Es el carnívoro más diurno de todos. Digamos que a plena luz del día, desde las 8:00 hasta las 20:00, es el carnívoro más probable de ver junto con el zorro. Otro de los que también se dice que sobra. Precisamente son los mismos que apenas saben lo que es una garduña, o la confunden con un "hurón".
Al margen de algún individuo disecado que vi de pequeño, mi relación con el meloncillo rozaba casi la misma leyenda que le rodea. Hasta el verano del 2010, primer día que salía al campo, a las 7:30 de la mañana en el Odiel, regresaba en torno a las 9:30 dirección al coche cuando empecé a escuchar unos quejidos parecidos al llanto de un bebé. Quedé parado sin moverme, hasta que detecté movimiento entre las zarzas y ortigas de la orilla. Entonces vi aparecer una cría en un claro de las zarzas. Inmediatamente me tumbé en el suelo, y saqué la cámara de bolsillo para grabar. En un momento llegué a ver el grupo entero: una madre con 2 crías haciendo ruido y "orbitando" en torno ella. La grabación es de mala calidad, pero se aprecian los meloncillos. Cuando llevaban 1-2 minutos que no avanzaban por el matorral, empecé a producir un sonido agudo para ver si me dedicaban alguna mirada que poder capturar con la cámara. No sólo me miró la madre, sino que, dejando a las crías entre las ortigas, se acercó a mí a unos 2-3 metros entre el pasto. Como yo estaba tumbado no me veía, y hasta que no me miró fijamente entre la hierba, no se percató de que era algo mucho más grande que ella, y a un trote ligero volvió hacia el matorral.
Meloncillo en el río Chanza

Es una especie que aparece bien en fototrampeo. Sus campeos son bastante irregulares en la Sierra, lejos de la idea de que mantienen pasillos de movimientos fijos. Los frecuentan cada varios días, no como rutas que recorren cada varias horas. Van olisqueando todo alrededor, sin detenerse mucho. Me ha pasado que al ir a recoger la cámara, hay alguno en las proximidades. Últimamente me he propuesto obtener una buena imágen de meloncillo, pero lo irónico es que siempre que he ido a buscarlos los he visto. Pero siempre los detecto en el momento de la huída cuando se alejan de mí apenas a 3-5 metros, distancia a la cual no dispongo de tiempo de sacar la cámara. He estado aguardando junto a carroñas, y tampoco los he visto aparecer. Son bastante irregulares incluso en sus horarios. He llegado a detectar al mismo grupo de animales a diferentes horas en una misma localización.
He tenido la suerte de necropsiar algunos, y he comprobado cómo suelen contener restos de anfibios y micromamíferos (nunca conejo) y sobretodo, larvas de dípteros, ello implica consumo de carroña. Me ha llamado la atención también un cólon muy grueso. Ello se traduce en un tamaño enorme de las heces de estos animales en comparación al tamaño del animal. Este hecho es mucho más exagerado en el caso de la jineta.  
Macho joven atropellado
Es un animal único en la fauna de la Sierra. Es la única mangosta de Europa, y como tal, está diseñado para sobrevivir a toda costa. Se alimenta de todo aquello que pueda capturar. No es un cazador especializado en nada, por lo que tiene la habilidad de adaptarse al recurso más accesible. Suele convivir con otros mesocarnívoros, ya que la mayoría son similares de tamaño, aunque por sus hábitos diurnos no suele competir de manera significativa. Es fácil ver en una misma localización tejones y garduñas por la noche, y meloncillos durante el día.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario