domingo, 6 de noviembre de 2011

RUISEÑOR

El ruiseñor que me visitó en el hide.
Este pajarillo siempre ha sido un gran desconocido en cuanto aspecto para la mayoría de la gente. Su "simpleza" física hace que sea uno más de los que caía en las perchas o con los plomillos de una escopeta. Ahora, era de los cantos más fácilmente reconocibles. En concreto por las noches.
Hace años, cuando aún no estaba metido en el mundo de los cantos de pájaros, no lo reconocía. Reconocía 4-5 especies, pero conocía prácticamente el de casi todos, aunque sin relacionarlos con las especies de origen. Con la costumbre que tengo de imitar los reclamos, conocía casi cualquier timbre y melodía. Ha sido con los años cuando he aprendido que aquel canto que escuchaba en la calleja de madrugada cuando volvía de salir, era el ruiseñor.
En las piedras de la charca.
Apenas le dediqué un par de ratos, aprendí a "diferenciar" según libro al común del bastardo, el cual creo haber visto en algúna ribera por ahí. La verdad es que creo que este fue el primer ruiseñor que vi bien tranquilamente. Tanto me sorprendió el largo tiempo que pude verlo, que no se me pasó por la cabeza que pudiera serlo. Al final tuve que recurrir al amigo "Porrino".
Pero se ve que era algún juvenil de paso, ya que desafortunadamente, hace años que no escucho el canto de madrugada de esta especie tan famosa. Se asomó a los alrededores de la charquita, se subió por las piedras, y se movío entre las hojas un poco.
Espero que pronto vuelvan a verse, o empiecen a escucharse en parques urbanos como ocurre en algunas ciudades por ahí.
En la charquita.

1 comentario:

  1. De los cantos más bonitos que hay para mi gusto, una auténtica maravilla. Yo en la sierra los he visto en diferentes sitios, una vez uno junto a un trepador azul en Castaño del Robledo.

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