domingo, 27 de diciembre de 2015

UNA OPORTUNIDAD

Hace unos días, recibí un aviso de una rapaz de una estaba atrapada en una alambrada. Y acudí rápidamente a tratar de reducir el tiempo de espera del animal. Tras comprobar que se trataba de un busardo ratonero (Buteo buteo), le tapé la cabeza y procedí, con la ayuda de un agente de Medio Ambiente. Posteriormente en el suelo, con mucho esfuerzo y delicadeza, pudimos eliminar el alambre que había quedado enrollado en plumón del ala.
Momento del rescate del busardo ratonero
En un primer momento, el aspecto del ala sugería que el alambre de espinos podría haber causado un gran destrozo o incluso alguna luxación o fractura. Sin embargo, una vez trasladado y durante la limpieza de las heridas del ala, fue recuperando movimiento. Tras eliminar las plumas destrozadas, pude comprobar cómo no existía fractura, aunque no fue posible descartar alguna luxación. 
Limpieza de las heridas del ala.
Durante la limpieza de las heridas, pude advertir que existía una pequeña perforación en la porción distal del patagio, aunque no de un tamaño que no pudiera resolverte casi de manera espontánea. El animal presentaba un estado de agotamiento considerable, a pesar de que no parecía estar deshidratado. Aún así, aunque lo rehidraté y le suministré complementos vitamínicos, y fue trasladado al CREA, donde no pudo resistir tanto estrés y falleció al día siguiente.

Perforación del patagio del ala herida

4 comentarios:

  1. No hay posibilidad de evitar que el animal se estrese hasta ese punto?

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  3. No dispongo de ningún producto que permita reducir el estrés de manera farmacológica. Así que la única forma material que reducir dicho estrés fue (como suele ocurrir en la mayoría de rescates) taparle la cabeza y reducir los estímulos externos (mínimo nivel de ruido y mínima manipulación). A la hora de manipularlo, había que elegir entre rehidratarlo o no estresarlo. Y probablemente fuera más importante lo primero.

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