martes, 4 de febrero de 2014

RIQUEZA DE ESTEPARIAS

Hace poco escribía sobre las avutardas, que tanto me habían atraído de siempre, y de las que nunca había tenido oportunidad de disfrutar. Pues recientemente, y picado por el gusanillo de las esteparias, volví a la misma zona otro día, con el objetivo de conseguir fotos más decentes de avutardas. La distancia siempre fue larga, casi nunca de menos de 100m. Sin embargo, mientras las esperaba encaramado al tronco de un olivo, los únicos elementos verticales del entorno, acabé viendo más especies:

Ortega (Pterocles orientalis) después de tomar tierra
 En primer lugar, mientras esperaba el lento acercamiento del grupo de avutardas, escuchaba constantemente los cantos de las ortegas (Pterocles orientalis) sobrevolando la zona. Hasta que pude detectar una en su rápido vuelo justo en el momento que aterrizaba. Intentando memorizar la situación exacta, empecé a fotografiar hasta que pude observarla con los prismáticos. Apenas podía distinguirla ni con el zoom digital de la cámara.

Sisón (Tetrax tetrax) oculto entre el grupo de avutardas
 A medida que empezaba a tener en mi campo de visión el grupo de más de 30 avutardas, acabé viendo lo que me pareció un sisón. Al regresar a casa, al ampliar las fotos de las avutardas, me di cuenta de que siempre habían estado allí, o que incluso habían ido caminando entre ellas, y no los había visto.
Trío de sisones en solitario
Cuando las avutardas dieron un giro en su camino, y acabaron separándose del sisón, pude comprobar que había hasta 3 ejemplares entre la vegetación de la zona. Sus lentos movimientos y su camuflaje hacen que sea francamente difícil detectarlos en su hábitat. Absorto en los sisones, y buscando más ortegas, empecé a escuchar a mi izquierda un sonido que reconocía de jaulas de avutardas en cautividad, y aunque intenté moverme lentamente, antes de poder verlas, tenía más de 30 avutardas sobrevolando mi cabeza a tan poca distancia que las escuchaba jadear y el sonido de sus alas cortando el viento con los lentos y potentes aletazos. Pero habiendo visto avutardas ya varias veces... unos sisones son unos sisones...

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