lunes, 11 de agosto de 2014

LUIS GARCÍA

Hablar de Luis García y Doñana es todo una sola cosa. Tuve el placer de conocerle en 2009, cuando era voluntario del Centro de Cría de Lince Ibérico del Acebuche. Me facilitaron su teléfono, y le llamé. Su respuesta fue agradable y cordial, y desde entonces he conservado su contacto sabiendo que tarde o temprano volvería a verle.
Luis filmando con digiscoping una hembra de aguilucho cenizo
Los rescuerdos que tengo de entonces son de kilómetros y horas de campeo en vehículos todoterrenos por diferentes ecosistemas revisando y observando la avifauna de Doñana. Recuerdo con nostalgia los cerca de 40 minutos que pasamos viendo una garcilla cangrejera que cazaba arañas en la cuneta de un carril. Curiosamente, hace unas semanas tuve oportunidad de acompañarle un día más, y pude rememorar, esta vez, con más confianza, la rutina de esta entrañable persona. 
Garcilla cangrejera volando en paralelo al vehículo
Cada hora con él en el campo es una hora de ornitología pura y dura. Tanto como si el oyente está interesado, como si no. Desde 2009, escucho y entiendo lo que va contando de manera muy diferente. En una de las subidas y bajadas del vehículo viendo aves, se me cruzó en el campo de la cámara, y me "fastidió" una foto de la misma forma exactamente en la que me "fastidió" otra foto en 2009.Ambas fotos son calcadas, con 5 años de diferencia.
"Pelos de Luis García" con buitres (izda) y moritos (dcha) de fondo.

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